Ya he recuperado mi volumen olvidado (gracias, hermano). Y me lo he leído con más gana, si cabe. Después de la pavisosa de Warshawski, Petra se muestra con todo su encanto. A saber: su ironía espléndida, su fortaleza justa (no es una "super heroína"),sus prejuicios ancestrales (se alarma porque su hermanita va "follando policías", sic), su camaradería "sui generis", su soledad lancinante. (Tolstoi decía que las familias felices no tienen historia; Petra podría decir que las policías con familia no tienen historia).
En la última página nos la dejamos comiendo jamón en una tasca de la Barceloneta, moderadamente feliz consigo misma. Epicúrea, como tiene que ser. Que aproveche.
Alicia Giménez Bartlett, "Muertos de papel". Barcelona, Booket, 2008.
El delicado aroma del jamón ibérico
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12 de julio de 2009
Publicado por HLO en 17:18
Etiquetas: Alicia Giménez Bartlett
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2 comentarios:
Pues viva el jamón y las detectives irónicas.
Debe parecer que soy una comilona. Pero la vena "ORTEGA" pesa. No la vena filosófica de Ortega y Gasset sino la del apellido de mi abuela.
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