En esta novela, una joven estudiante, Claudia Leonardo, es asesinada. Antes ha hecho una extraña consulta a Brunetti sobre el perdón,acerca de si es posible recuperar el buen nombre de alguien; una persona que no cometió el delito por el que fue condenado.
Cuando matan a la chica, Bunetti se sentirá doblemente motivado para investigar el caso, pues la joven también era alumna de su esposa. Esto lo llevará a hurgar en la época más oscura de la Italia contemporánea, la remota y a la vez presente, era fascista. Bunetti (p. 175 y ss.) consigue, incluso, una confesión atroz de las activides de su suegro, el conde Falier, en la resistencia; el fusilamiento de un soldado alemán de dieciséis años. La heroica resistencia antifascista estuvo compuesta de episodios así.
(El libro lo compré el 16 de abril de 2007; mi padre fallecería horas después. Por supuesto el libro no lo leí hasta dos meses después. La única muerte que soportamos en realidad es la de mentirijilla; la muerte escrita, ficcionalizada. En la fotografía, los leones ficticios de Ca´Rezzonico).
Donna Leon, "Malas artes". Barcelona, Seix Barral, 2004.
La muerte de mentirijilla
Tweetear |
1 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
La muerte es como los telediarios en un bar: nadie les presta atención hasta que no toca algo cercano.
Publicar un comentario