Cuando yo vivía en Madrid (en Valdebernardo) una de las cosas que me parecían tocadas por la magia, era coger el metro y aparecer en un paraíso libresco, el Retiro; un paseo algo polvoriento pero con cientos de casetas abarrotadas de libros...
En aquella época, yo vivía en el siglo IV, es decir, que compraba todo autor o monografía de esta época, y recuerdo haber comprado allí el epistolario de San Jerónimo, de la BAC.
Quien pueda acercarse que no deje de hacerlo. Es un paseo muy agradable. Y se puede comprobar, oh sorpresa, que los escritores (con o sin bastón) existen, son de carne y hueso, y se recuerdan a sí mismos como escritores cada vez que estampan su firma y una dedicatoria en la primera hoja de un libro.
Feria del Libro de Madrid
Tweetear |
27 de mayo de 2011
Publicado por HLO en 9:19
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario