Cioran

29 de noviembre de 2011

Por qué vuelvo con Cioran...Es amargo, es metafísico (en el peor sentido de la palabra), es... insoportable. Pero me fascina ese ingenio visceral, esas agudezas carnales, esas intuiciones tan corpóreas...
Escribe::
"No hacer diferencia entre el drama de la carne y del pensamiento. Haber introducido la sangre en la lógia" (pág. 288). O "Los pensamientos brotan del ascetismo de los instintos" (pág.289).
Y sentencia:
"El hombre es el camino más corto entre la vida y la muerte" (pág.109).
Todos sus escritos coquetean con la idea de suicidio, si bien sabemos que murió a una avanzada edad (ochenta y cuatro años) y no por su mano.
Aunque lo que que no entiendo de verdad de Cioran es que vivió muchísimos años en una buhardilla de París sin cuarto de baño propio. Habría que estudiar cómo le influyó eso en su filosofía.


(En la ilustración, techos de París, una fotografía de Arnaud Frich).

E. M. Cioran, "El ocaso del pensamiento". Barcelona, Tusquets, 2010.

2 comentarios:

Francisco Ortiz dijo...

En una época lo leía con devoción, cuando las heridas de los años no me habían calado aún.

HLO dijo...

Hay que leerlo cuando no se está deprimido, es corrosivo.