El martes se presentó "El códice purpúreo" en Sevilla. Antonio Rodríguez Almodóvar hizo la presentación. Fue deteniéndose, con rigor y extraordinaria amenidad, en las características más destacadas de la novela. En primer lugar, el lenguaje. "La serenidad y la madurez reflexiva, la búsqueda y el hallazgo del vocablo preciso, el cuidado ambiental, la ironía sutil, todo induce a pensar que estuviéramos ante el feliz hallazgo de un texto olvidado", afirmó. A continuación señaló la técnica epistolar, cartas cruzadas entre muy diversos personajes, como forma de construcción del relato. Una estructura narrativa a la que no faltan precedentes (en Choderlos de Laclos, Richardson o el mismísimo Valera). Y luego resaltó la época elegida para la novela, el siglo IV, en el que el cristianismo se afianza sin que fuese "fácil enterrar diez siglos de paganismo". Enumeró asimismo los personajes principales (Ávita, Honoria), así como los elementos ideológicos que va suscitando la lectura de la novela y que surgen a la par de la trama y las subtramas de la narración
Por último, citó la famosa frase de Flaubert que hace referencia a tiempo en el que Cristo no había aparecido y "los dioses ya no existían" y por tanto el hombre "estuvo solo", como una espléndida ocasión perdida. "Los dioses -concluyó-, todos los dioses, han ganado la partida".
Rodríguez Almodóvar acompañó sus espléndidas -y generosas- palabras con la lectura de varios fragmentos de la novela.
A continuación, yo aclaré algunas de las cuestiones que se habían suscitado (la existencia de antijudaísmo ya en esta época, por ejemplo) y se estableció un ameno coloquio con los asistentes. Fue una charla amena entre amigos, con una cordialidad agradabilísima. Entre los asistentes, el director de Paréntesis Editorial y escritor Antonio Rivero Taravillo, la novelista Reyes García-Doncel, la poetisa Aurora Luque, la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Sevilla Catalina Lara ("una científica de letras") y el Director de Libro y Bibliotecas Julio Neira, así como otros amigos como Manolo Mancha y Antonio Portillo. Y otros más a los que les hubiera gustado asistir pero que les fue imposible, como el escritor Antonio Serrano para quien dediqué un libro.
A todo ellos, mil gracias. Y por supuesto también a la directora de la biblioteca "Infanta Elena", Ana Isabel Fernández, amabilísima anfitriona.
(En la fotografía, Antonio Rodríguez Almodóvar y Herminia Luque Ortiz).
Herminia Luque Ortiz, "El códice purpúreo". Sevilla, Paréntesis Editorial, 2011.
Centro Andaluz de las Letras. Sevilla, biblioteca "Infanta Elena", 15 de noviembre de 2011.
En Sevilla
Tweetear |
16 de noviembre de 2011
Publicado por HLO en 20:50
Etiquetas: Centro Andaluz de las Letras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Que quieres que te diga Herminia, se te ve un semblante radiante.
Besos y muchos éxitos.
Bueno, podría ser efecto de la blusa pero no, me sentía muy cntenta entre amigos y hablando de literatura, que es lo que más me gusta.
Ah, me alegro de que te haya gustado la dedicatoria.
Besote
Publicar un comentario