El mártir intangible

18 de diciembre de 2009


Concluye la campaña realizada en Alfacar y no ha aparecido ni rastro de Federico García Lorca ni de sus desdichados compañeros de muerte. Ni siquiera casquillos de bala o trozos de vestiduras u otros vestigios materiales.
¿Dónde estarán sus restos? ¿Nos serán, definitivamente, hurtados? ¿Jamás podremos daber dónde están sus huesos, cómo fue su muerte?¿Se convertirá para siempre Federico en un martir intangible?
Un mártir cuya realidad corpórea existió en verdad sobre la tierra y dio sus frutos, voluntarios unos (los de su obra), involuntarios otros (los de su muerte). Pero cuyos restos no podemos encerrar en un cofre ni pueden ser objeto de culto en peregrinaciones masivas.
Federico no se deja atrapar más que por el campo labrado de un párrafo, por la irregularidad triunfante de unos versos.

(En la ilustración , un relicario románico del siglo XII).

2 comentarios:

antonio dijo...

Igual saber donde esta sea lo de menos,
quizas somos ese pueblo cainita que no aprende.
Gibson, desde aqui: devuelve la medalla, please.
Desde granada, un saludo cordial.
De regreso, revisaré tus letras.
Gracias.

HLO dijo...

Pobre Federico: ni la imaginación más desatada podría enhebrar una historia así con sus huesos por medio...
Una granadina en el semiexilio...
saludos, Antonio