Es fama que el pintor Watteau, poco antes de morir, destruyó algunas de sus pinturas por considerarlas "libertinas". A lo largo de toda su trayectoria artística había pintado bellos desnudos femeninos y muchos lienzos que amparaban una lectura harto licenciosa. Quizá como ningún otro artista coetáneo, describió las dulzuras y las variaciones casi infinitesimales del amor sensual .Su amigo y biógrafo, el conde de Caylus nos refiere la piadosa leyenda de que su última obra, antes de su inesperada muerte, fue un Cristo crucificado....Las contradicciones son sólo aparentes. Antoine Watteau (1684-1721) fue un pintor de su tiempo, religioso, como no podía ser de otra forma. Pero en su obra nos habla de la satisfacción de los apetitos sensuales, de la belleza de este mundo, de las delicias sensoriales de la música y la danza. Bien partiendo de mundos irreales, como una hipotética isla del amor o Citerea, bien desarrollándola en espacios domésticos e íntimos como lo es la habitación de una hermosa joven.
Herminia Luque Ortiz, "Watteau, la pintura libertina, y otros ensayos dieciochescos".
La toilette intime
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14 de diciembre de 2009
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5 comentarios:
Yo a Watteau lo tenía por un pintor ñoño de arlequines y figurines pero si tú dices que es un pintor erótico será.
¿Hay manera de conseguir ese escrito tuyo? A poder ser, con santos.
Uno de los ensayos está publicado por el Ayuntamiento y la biblioteca municipal de Mérida...total, inencontrable. Pero lo he juntado con éste de Watteau y otros, uno sobre las "bahilleras, latinizantes y marisabidillas", o sea, sobre la ridiculización del saber femenino en el siglo XVIII; y lo voy a publicar en una pequeña editorial dentro de poco.
Gracias por tu interés (casi lloro).
Pues sécate las lágrimas y avísame cuando salga.
Avisaré sin falta.
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