Sí, existía la riqueza en ese Madrid sórdido que describe Galdós. Una riqueza sórdida en forma de usurero avaro y cochambroso, todo junto, pero que despabila y decide casarse con una de las Águilas, unas señoras venidas a menos. Es decir: que pasaban una miseria espantosa (o cómo hacer que un calabacín dure una semana o hacer creer al hermano ciego que ellas comen para darle al invidente el único placer que tiene: la comida) ¿Cuál de ellas consumará el sacrificio de ayuntarse con el avariento cincuentón? El escritor narra muy bien el dilema matrimonial, regodeándose en razonamientos que a nosostros, los lectores actuales, nos parecen disparatados pero que en la narración poseen una coherencia asombrosa.
La novela del ciclo de Torquemada en la que se cuenta el casorio es "Torquemada en la cruz". Alianza ha reunido las cuatro novelas galdosianas que tienen como protagonista al usurero en un solo volumen, con un hermoso fragmento de un cuadro de Ramón Casas en la portada.
En esta novela, Torquemada realiza una especie de culto funerario doméstico a a su hijo fallecido. Pero a quien habría que rendir homenaje es a Galdós, un narrador tan espléndido como injustamente adjetivado a veces.
(El retrato de la condesa de Vilches es de Federico Madrazo).
Benito Pérez Galdós, "Las novelas de Torquemada". Madrid, Alianza, 2008.
Nota: la fecha de las ediciones siempre corresponde a la del libro que he leído; puede haber otras ediciones o reimpresiones anteriores o posteriores.
Las novelas de Torquemada
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5 de diciembre de 2009
Publicado por HLO en 12:54
Etiquetas: Benito Pérez Galdós
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