Epicúreos

22 de septiembre de 2009



La investigación filosófica no difiere mucho de la investigación criminal: Onfray nos lo demuestra en este libro. Hay un investigador (el propio Onfray), unos culpables (la filosofía idealista, de Platón a Hegel pasando por la escolástica hasta Kant y Descartes) y el cuerpo del delito: la filosofía hedonista, con Demócrito de Abdera, Epicuro de Samos, Leucipo de Mileto o Aristipo de Cirene, el filósofo perfumado, entre otros. Según el autor francés, la historia de la filosofía y los propios filósofos militantes han tratado de desprestigiar, si no de destruir directamente (la anécdota de un Platón deseoso quemar las obras de Demócrito es reveladora) el legado filosófico de un puñado de pensadores empeñados en hacer del placer la única vía posible para la consecución de la felicidad en este mundo. El placer como fundamento no sólo de una ética sino de una estética, una erótica, una política, una metafísica y una epistemología; ésa es la tesis de Onfray según la expresa en su libro "La fuerza de existir".
Como sus epicúreos, Onfray aboga por "una práctica eficaz del presente". Presidida, claro está por una búsqueda racional del placer.Como dice del propio Epicuro, el objetivo declarado es "vivir como un dios entre los hombres".

MicheL Onfray, "Las sabidurías de la Antigüedad". Barcelona, Anagrama,2007.

0 comentarios: