Mario Vargas Llosa, enamorado, no, no le da vergüenza decirlo, a sus setenta y tres años, después de más de sesenta leyendo novelas, escribiéndolas, enseñando sobre ellas, ha leído como un adolescente, es decir, se ha enamorado de nuevo y ha vuelto a sentir ese pálpito y esa abolición extemporánea del tiempo que es el amor o la lectura o ambas cosas a la vez, un flujo imparable de felicidad,la posibilidad de sobrevolar los espacios cotidianos con alas prestadas y aterrizar luego bruscamente cuando se llega a la última página y no hay más página nueva que hollar, si acaso volver a leer para volver a sentir, pero ya nunca es lo mismo, las primeras emociones son las que ejecutan el hechizo y Vargas Llosa vuelve la vista decepcionado, la contracubierta,quisiera empezar de nuevo, pero sabe, como sabemos muchos, que mientras lea así, mientras se enamore así, no morirá, nunca morirá,la muerte no se atreve con los enamorados lectores, es ley no escrita.
(Mario Vargas Llosa ha sucumbido al indecible encanto de Lisbeth Salander).
Mario Vargas Llosa, "Lisbeth Salander debe vivir". El País, 6 de septiembre de 2009.
Mario Vargas Llosa enamorado
Tweetear |
6 de septiembre de 2009
Publicado por HLO en 21:20
Etiquetas: Stieg Larsson
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
¡Este post te ha salido de las entrañas, muy bien!
Un beso
Gracias, compi; yo también anduve enamorada de Vargas Llosa, digo me gustaron mucho sus novelas; las leí con voracidad, La muerte del Chivo, sobre todo.
La fiesta del chivo, quise decir; es que me impresionó tanto esa muerte, que es cuando verdaderamente empiezan los problemas para los protagonistas...Es admirable.
Publicar un comentario