Eso debió pensar Federico. Que era la penúltima fotografía. No decir nunca "la última" es una superstición muy común en el sur: no decir jamás, la última copa, la última novela, la última boda...
Pero, fatalmente, alguna ha de ser la última. La última foto de Federico quizá sea la que ahora se expone en el International Center of Photography de Nueva York en la exposición titulada "The mexican suitcase". El título alude a la mítica maleta con negativos de fotografías de Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour que ahora se recupera y se expone (aunque sólo en una mínima parte).
En al foto, aparece Federico García Lorca con una iluminación lateral que enciende su mejilla izquierda y marca las líneas de expresión de su rostro (el surco nasogeniano, el mentón hendido, el ceño que frunce, una incipiente sonrisa). Los ojos no están abiertos del todo, unos párpados algo hinchados, pero vigilantes de unas ojeras incipientes, que velan la mirada. Federico parece mostrar cierta complacencia, una pizca de hastío también en esa mirada entre indolente y cauta. Un interlocutor, a la derecha de la imagen, apenas queda entrevisto, pues no se alcanza a ver su perfil ni el contorno de su cabeza; sí el pelo moreno y el arco de unas gafas redondas, y un rostro que se intuye alargado.
Lo que daríamos por saber qué decía Federico, qué pensaba Federico en esos momentos. Dos meses antes de su muerte.
(Cf. El País, 23-IX-2010)
En la ilustración, un cuadro pintado por Van Gogh en 1888, diez años antes del nacimiento de Federico.
Penúltima fotografía
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23 de septiembre de 2010
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2 comentarios:
Es un placer pasear por tu blog.
Gracias, siempre.
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