Ayer fue una tarde inolvidable. Dentro del ciclo "Vidas cruzadas" del Centro Cultural Generación del 27 de Málaga fue el turno de Ana María Moix y Ana María Matute. Después de la impecable presentación literaria de la poetisa y directora del Centro, Aurora Luque, comenzó el diálogo. Un diálogo con vocación teatral, con una modesta escenografía de mesa con bebidas y dos sillones. Las dos escritoras parecían hablar distendidamente de sus vivencias comunes -compartieron una Barcelona casi íntima-, de sus obras literarias, pero en realidad mostrando toda su capacidad comunicativa para encantar a un auditorio que escuchaba atentamente, sumergido en una penumbra también muy teatral.
La Moix actuó con una sabia discreción, más que interrogando, sugiriendo temas y motivos para que, a partir de ellos, la Matute desplegara todo el caudal de su experiencia literaria y humana. Porque, a pesar de su apariencia frágil, Ana María Matute es un torrente de sabiduría narrrativa. Mas no sólo eso: posee una capacidad mágica para transmitir esa sabiduría, así como sus vivencias personales -las anécdotas más graciosas y mejor construidas- con una gracia incomparable.
Habló de la infancia, el territorio literario por excelencia; de los niños, de las maquetas de ciudades que construía para ellos con trozos de madera y tapones de medicamentos, escenarios a veces de historias terribles (como el conde que cambiaba cuadros por chuletas y acabó tirándose por la torre); de sus primeros libros ("Pequeño teatro", escrito a los diecisiete años: casi una niña); de sus maridos (El Bueno y El Malo, como en los cuentos); de "Olvidado rey Gudú", con el que emergió de una crisis personal terrible con una fuerza impresionante.
A esa magia que despliega con los adultos no son ajenos los niños. Un nieto de la escritora y editora Esther Tusquets preguntó asombrado un día a su abuela: "¿Es ésta la reina?"
La reina de la magia y de la ficción librescas, por supuesto.
(En la ilustración , una Ana María Matute jovencísima y guapísima).
Vidas cruzadas
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19 de febrero de 2010
Publicado por HLO en 19:07
Etiquetas: Ana María Matute
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2 comentarios:
Magnífica escritora y mejor persona, que ya es decir, Ana María Matute, guapísima en esa foto que ya conocía, sí, de la época en que la leí con mucha pasión, hace más de quince años.
Bueno, la foto será de un poco antes, teniendo en cuenta que la autora nació en 1926...Pero eso es lo de menos. Lo importante es la fuerza y la vitalidad de una autora que consiguió serlo en pleno franquismo, cuando, como ella dijo "Todo era pecado".
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