Sitios donde escribir

5 de octubre de 2010

Una escritora amiga mía -Isabel Pérez Montalbán- me confesaba que su sitio favorito para escribir poemas es la cocina. Hay escritores que les gustan las mesas de mármol de los bares o sus barras de cinc -o les gustaba-, como a José Hierro. Escritoras prefeministas como Jane Austen debían escribir en el comedor, porque no tenían "habitación propia" y, claro, estaban a merced de las visitas (un horror).
Hay escritores que prefieren la anomia de los aeropuertos...Hubo un escritor también que sólo podía escribir en casas ajenas.
Y tú ¿dónde prefieres? ¿En tu casa? ¿En un lugar público?

8 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Yo suelo estar inspiradita en el metro, recién desayunada.

antonio dijo...

Como en casa en ningún sitio.
Aunque soy de los queestan todo el día dandole al tarro con una idea, para luego en casa hacer todo lo contrario.
SALUDOS.

U-topia dijo...

Siempre en casa, en lo que llamo "el cuarto de estudio", soy muy clásica en esto (por cierto, es pequeñito pero está lleno de libros, una mesa gigantesca y una ventana con flores).
Te echaba en falta.
Un abrazo

El Doctor dijo...

Un escritor amigo mío que se había pasado la vida poniendo casas magníficas y huyendo de ellas. Montaba un gran piso y luego se iba a escribir a los cafés.

HLO dijo...

Noemí, hija, pero si en el metro sólo hay sueño y malhumor...

Antonio: ¿Y en qué trabajas? Espero que no seas controlador aéreo...

Laura; ¿Has colgado foto de tu guarida en algún sitio? Me gustaría verla.

Francisco Machuca: lo que daría yo por ir poniendo por ahí casas magníficas...Lo que le pasaba a tu amigo es que no se llevaba bien con su pareja.

Noemí Pastor dijo...

Para nada, síster; en el metro hay poesía.

María José Fernández dijo...

A mi solo me entran ganas de escribir cuanto estoy lejos de casa, y más si estoy en movimiento: aviones y trenes son mi lugar favorito.
Un beso, Herminia.

Índigo dijo...

Pues no escribo mucho, pero puedo hacerlo en cualquier sitio: la cocina me inspira y muchas veces empiezo a garabatear allí.
Un beso