Knut Hansum

26 de julio de 2011


El artículo que firma hoy Peio H. Riaño en el diario Público me ha dejado estupefacta. Trata sobre el apoyo vergnzante (una humillación nacional para los noruegos) que el escritor Knut Hansum prestó a Hitler antes y durante la Segunda Guerra Mundial. El escritor (1859-1952), premio Nobel por añadidura, llegó a entrevistarse con el Führer y hasta le ofreció su medalla del premio Nobel al ministro de propaganda nazi Goebbels, un criminal sin paliativos.
Siendo adolescente leí "Hambre", la novela de Hansum, y me impresionó mucho. Estaba, junto con otros premios Nobel, en los tomos de papel biblia de la biblioteca de mis padres. (Premios Nobel anti-nazis también los hubo, como el grandísimo Thomas Mann, al que leí mucho más tarde).
El artículo sobre Hansum viene a cuenta de las raíces del pensamiento ultraderechista de Noruega. No resulta banal indagar en las raíces ideológicas del mal. El pensamiento político de un autor es su pensamiento más íntimo por paradójico que parezca. No es algo añadido sino que constituye, modela (ya lo hemos visto) su forma de pensar y determina sus actos. Actos que se convierten en actuaciones en el caso de un personaje público, cuando hay una relevancia social por el motivo que sea. Y crean estela, justifican, sirven de modelo y ejemplo. Patético ejemplo de lo que no hay que hacer, por supesto.
Es fama que no existe en Noruega ni una sola calle dedicada al escritor.

3 comentarios:

Inma dijo...

Compi, cuánta sabiduría condensada en tan pocas líneas. Me permitiré citarte con esta tu saeta:

"El pensamiento político de un autor es su pensamiento más íntimo"

Totalmente de acuerdo.
Beso caluroso.

Aprendiz de Holmes dijo...

Vaya Blog! es perfecto! Soy aprendiz de holmes, escritora del rincon del crimen http://rincondelcrimen.blogspot.com y auténtica fan de la novela negra, y por supuesto, seguidora de este blog!
Saludos.

HLO dijo...

Inma: gracias por el entrecomillado.
Un abrazo fuerte, compi.

Aprendiz de Holmes:gracias por el cumplido. Aunque, como ves, no sólo hay género negro...