Pues sí, mi amiga Eloísa tenía razón. No en lo del tinto de verano, sino en lo buena escritora que es Karin Fossum. Es verdad que sus policías no se nos hacen tan cercanos (no por lo menos en la primera novela),quizá porque la vida privada de los investigadores tiene menos protagonismo; y cuando lo hay, casi que es para Kollberg, el perro de Sejer, el poli maduro que vive solo.
Supngo que hay una koiné policíaca, un lenguaje común a escritores de idiomas muy distintos. Que proscribe, por ejemplo, las florituras del lenguaje (que tan bien funcionan en García Pavón y su Plinio), o la irracionalidad en el conjunto del discurso narrativo. Por eso nos encontamos cómodos en este molde literario, aunque los contextos culturales sean tan distintos.
Pero Fossum destaca por cierta implacabilidad (de los acontecimientos, del corazón humano), que no es delectación morbosa o búsqueda de los aspetos más atroces.
Y carece de esa complicidad sentimental que con tanto ahínco parecen buscar muchos escritores.
Una novela estupenda, con su dosis de crueldad. Y su vuelta de tuerca final, cual conviene al género.
(En la ilustración, fiordo noruego; en la novela se cita uno, con monstruo y todo, aunque de forma muy marginal).
Karin Fossum, "No mires atrás". Barcelona, Debolsillo, 2010.
Novela con fiordo
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8 de agosto de 2010
Publicado por HLO en 10:11
Etiquetas: Karin Fossum
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4 comentarios:
Llevo como tres novelas sin una "negra" y ya tengo mono. Ya la tengo en la lista, tiene buna "pinta".
Saludos...
Espero que te guste. En gastronomía creo que los noruegos están peor.
Saludos.
Tomaré nota.
Gracias, como siempre
¡Cuando publique mis novelas también tomarás nota?
Un beso
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