"En mi caso, el escritor ha muerto antes que el hombre", declaró en cierta ocasión Miguel Delibes. No publicaba novela alguna desde 1998, año en el que se despidió de las letras (aún no lo sabíamos) con este formidable testamento, "El hereje". La frase, con ser terrible, nos pone en la pista de una realidad palmaria: la escritura no es lo contrario de la vida, no, como pretenden algunos. Más bien su cogollo excelso, su centro exhuberante y precario, casi efímero. Que requiere un largo aprendizaje y luego, en un momento determinado de la vida, puede desaparecer, abandonarnos, sernos negado ese don raro y preciosísimo. Luego sobreviene la muerte física, la que todos identificamos con la de verdad aunque quizá no lo sea. La vida es así de rara. La vida de un escritor sobre todo. La vida de Miguel Delibes (fallecido hoy para la historia) también.
Miguel Delibes, "El hereje". Barcelona, Destino, 1998.
El hereje
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12 de marzo de 2010
Publicado por HLO en 18:19
Etiquetas: Miguel Delibes
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5 comentarios:
No se que decir que no haya dicho ya. Que se ha ido un grandísimo escritor y que se fue como vivió, con discreción y entre los suyos.
Al mismo tiempo,se queda entre nosotros, a través de sus libros.
No se que decir que no haya dicho ya. Se fue un gran escritor que murió como vivió, con discreción y entre los suyos. Pero seguirá viviendo entre nosotros, a través de sus libros.
Lo que aprendí yo de campo con este hombre, enamorado de la vida y de las pequeñas cosas que ofrece, sabia como nadie hablarnos de ellas.
Es una novela ejemplar y necesaria.
Bello homenaje.
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