No, no existe el machismo ¡qué va! Se ha pasado de un extremo a otro, si es que las mujeres lo quieren todo y más, se aprovechan de las leyes, se hacen las víctimas, son unas frescas, ellas se lo habrán buscado...
Las fotos de Morenatti muestran con extraordinaria crudeza esta realidad: el machismo es una ideología asesina; un conglomerado de prejuicios, tradiciones y maldad que fomenta el odio a las mujeres y deja crecer -y a veces deja pasar- las peores acciones de las que es capaz un ser humano.
La serie de fotografías de mujeres pakistaníes -expuesta en el Caixa Forum de Madrid- es el símbolo vivo del horror, de una tragedia íntima y social en estado puro. Pero esas mujeres rociadas con ácido por quienes un día las quisieron -o las desearon como mínimo- tienen nombre. Se llaman Zainab, Saira, Munira, Kanwal, Najaf, Bushra, Shameen, Shahraz, Irum, Menuna. En la exposición tuve buen cuidado de leer cada uno de los nombres, recordarlos, tratar de que sean memorables para mí como espectadora. Y no meras imágenes anónimas. Todas y cada una de ellas tienen una historia terrible que contarnos. Ha hecho falta una persona valiente que las retratara (el fotógrafo jerezano Emilio Morenatti). Pero también decenas de años de estudios feministas para rotular ese tipo específico de violencia como "de género". Esa misma violencia que en España (la semiculta y semirrica España) produce su odiosa cosecha, mes tras mes, todos los años.
(En la imagen, Saira Liaquat sostiene una foto suya; Saira fue criminalmente desfigurada por su marido).
Emilio Morenatti, "Violencia de género en Pakistán". Primer premio Fotopres "La Caixa" 09.
Morenatti
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30 de marzo de 2010
Publicado por HLO en 17:36
Etiquetas: Feminicidio
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2 comentarios:
Fui a ver la exposición y hube de salir fuera por dos veces: la primera me salí llorando, pensé que no podría aguantar ver ni una foto más. Regresé y empecé de nuevo, tuve que volver a salir. A la tercera conseguí verlo todo. Después, en casa, busqué en Internet y bajé las fotos para que las vieran mis hijas. Son terribles, duras, dolorosas, y hay que verlas y no olvidarlas.
Son fotos terribles pero necesarias.
No sólo nos hacen llorar sino pensar que algo no va bien, radicalmente, en este mundo, pero que hay que luchar en la medida de nuestras posibilidades por cambiarlo.
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