Lectura y escritura

12 de julio de 2010


Leer y escribir son dos actividades antitéticas por completo. Es cierto que también son complementarias y se retroalimentan mutuamente pero, en lo esencial, son dos actividades excluyentes por completo.
Leer es una actividad placentera y hasta perezosa, que puede estar invadida por la molicie y puede realizarse en las posturas corporales más relajadas (o más estéticas, como en la ilustración). Escribir, por el contrario, es una tarea ímproba, un trabajo de Sísifo, un cuento de nunca acabar. No es que no sea una actividad placentera también (si no, no habría tantos escritores, estoy segura). Pero ese placer es un placer sobrevenido, conquistado; alcanzado a veces tras mucho esfuerzo, con un trabajo considerable detrás.
Por eso está mi blog de lecturas tan magro, porque la escritura le roba hasta los pocos minutos que se necesitan para reseña minúscula. La escritura es una mujer posesiva y absorbente, una dominatrix poderosa, excesiva a todas luces.

(En la ilustración, el óleo del pintor alsaciano Jean- Jacques Henner( 1829-1905), "La lectora", Musée d´Orsay, París).

5 comentarios:

antonio dijo...

No puedo estar mas de acuerdo contigo.
Saludos

Paco dijo...

Me gustan tus lunares negros...

HLO dijo...

Bueno, bueno, eso suena un poco equívoco.

Francisco Ortiz dijo...

¿Y esas veces en que lees y sientes un impulso irreprimible de escribir?

HLO dijo...

¿Sí? Yo lo veo como dos necesidades muy distintas, aunque se retralimenten, claro.