Ayer, en un programa de Radio Nacional, el escritor Luis Alberto de Cuenca hablaba de lecturas de verano. De los libros que había seleccionado para su hija: dos de Wilkie Collins ("La piedra lunar" y "La dama de blanco", en ediciones de bibliófilo; y "Drácula", de Bram Stoker).
A mí, personalmente,la recomendación no me servía. Los he leído los tres, si bien en ediciones más bien astrosillas: en libros de bolsillo que vendían con el diario El País (los de Collins; ver etiqueta Wilkie Collins), y en una edición escolar de Anaya el de Stoker.
Luego medité sobre el tema. No por Luis Alberto de Cuenca (al que aprecio), sino por la recomendación generacional. Si mi padre (que trabajaba en una caja de ahorros) me hubiera indicado mis lecturas veraniegas, yo hubiera acabado en el sector financiero. Y hubiera relegado la literatura -estoy segura- al exacto cajón de las piedades filiales.
Recomendaciones veraniegas
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3 de julio de 2010
Publicado por HLO en 19:19
Etiquetas: Wilkie Collins
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5 comentarios:
¿Y la hija le hace caso? ¡Qué cándida!
Eso ya no lo sé. Se lo preguntaré si coincido algún día con él.
Querida Noemí: por la hora a la que ahces el comentario veo que también eres una "apasionada futbolera" como yo...
Pues no te creas, sí me gusta el fútbol. Lo que no me gusta es la patriotería barata, la testosterona chorreante ni el monotema.
La testosterona está bien, pero para sus cosas.
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