Peter Burke (un historiador especializado en el Renacimiento) escribe sobre la revolución del libro electrónico. Como todas las revoluciones, dice, no será definitiva; tendrá ventajas e inconvenientes. Es posible que no sustituya al viejo "orden de los libros" del que habla Roger Chartier. Desde su propia experiencia personal, Burke habla de una coexistencia pacífica: él utiliza internet (buscadores y correo electrónico) pero para las lecturas largas prefiere un libro. Por otro lado, considera que es demasiado pronto para responder a la pregunta de que si las nuevas formas de lectura darán lugar a una forma de pensar distinta.
Yo creo que las nuevas formas de pensar (y el no-pensamiento también) están determinados, no por los formatos librescos, sino por la omnipresencia de una cultura visual, que a veces aplasta al verbo y lo sustituye de forma harto imperfecta. (De eso ya dio cuenta Sartori en "Homo videns"). Las nuevas tecnologías de almacenamiento y transmisión de la información son también un formidable desperdicio. Son una herramienta formidable de conocimiento pero, a la vez, un enorme sumidero de basura. Con todo, la inteligencia humana seguirá siendo básicamente lingüística y si no la potenciamos así, verbalmente, aviados estamos.
Peter Burke, "La revolución del libro electrónico". ABCD las letras y las artes, 2-I-2010.
Peter Burke
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3 de enero de 2010
Publicado por HLO en 12:21
Etiquetas: libros lectura
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