Estos relatos son pura arqueología wallanderiana. Son cinco relatos ("La cuchillada", "La grieta", "El hombre de la playa", "La muerte del fotógrafo" y "La pirámide") cada uno con una historia independiente.
Nos hemos dejado ya, en la última novela, a nuestro querido Wallander presa de una enfermedad incurable. Ahora (en "La cuchillada") recobramos su juventud, volvemos atrás en un tour de force sólo posible a la literatura o a la arqueología. Rehacemos una vida desde sus orígenes y vemos a un bisoño Kurt de veintiún años aún no adscrito a la brigada criminal, aún no residente en Ystad. Aún no casado con Mona (vemos desfilar hasta un par de chicas que podían haber sustituido a Mona en esa incierta aventura vital llamada "matrimonio").
Vemos la tozudez, la intuición del que será luego un brillante investigador policial. Vemos también, por desgracia, la tozuda insistencia del mal. El mismo mal, -a diferencia del hombre- siempre idéntico a sí mismo pero siempre renovado.
(En la ilustración, diamantes en bruto).
Henning Mankell, "La pirámide". Barcelona, Tusquets, 2010.
Arqueología wallanderiana
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14 de abril de 2010
Publicado por HLO en 17:14
Etiquetas: Henning Mankell
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2 comentarios:
¡Qué buena la serie que están poniendo de Wallander! Por cierto, que en primer capítulo (La falsa pista) nos damos cuenta de que la incurable enfermedad de Kurt es hereditaria. Vaya putadica...
¿La de Kenneth B...? ¿Dónde la ponen?
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