La maestría de los verdaderos artistas se demuestra en los detalles. Así en cualquiera de las bellas artes como en la literatura (o en la cama). Lorenzo Silva nos da una verdadera muestra de habilidad narrativa con la descripción, eso sí, sorpresiva, de una habitación infantil. Cuando un escritor sabe extraer de una sencilla enumeración de objetos aparentemente triviales todo el potencial expresivo y trae a la narración la atmósfera sentimental adecuada, es que roza la perfección. Los recursos literarios, bien lo sabe el escritor, no son ilimitados; pero tampoco han de ser por fuerza extravagantes; la bizarría estraga las más de las veces el conjunto o le añade un halo de inverosimilitud, que es lo que menos necesita un narrador. La pintura de esos sencillos objetos de consumo (los muebles, los juguetes, los libros, las imágenes de los personajes de películas) quedará como la iconografía infantil perfecta de este fin de década. Vistos por el sutil pintor de vanidades, maestro Lorenzo Silva.
Lorenzo Silva, "La estrategia del agua". Barcelona, Destino, 2010.
La habitación infantil
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2 de abril de 2010
Publicado por HLO en 15:45
Etiquetas: Lorenzo Silva
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3 comentarios:
También me llamó la atención y me pareció muy real, nada imaginado, muy bien visto y dicho.
Pero sobre todo ese efecto-sorpresa, ese quiebro sentimental en el hurgar de Vila (su profesión, al fin y al cabo).
Si es que desperdicia sus sentimientos este Vila. Por qué no los empleará en Chamorro (estoy segura que sí lo haría si no diera tanto juego narrativo).
He empezado a leerla esta misma mañanica. Ya te contaré.
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