Ulises Sopena

6 de abril de 2010



Este Ulises no surca las aguas del Mediterráneo oriental ni las tascas de Dublín. Comparte, eso sí, el descaro y la girovagia con sus homónimos literarios; pero Ulises Sopena, la criatura del estupendo escritor Ricardo Bosque, vive en una Zaragoza aveneciada del 2041 d.C.; la urbe pos-era-Belloch que ha visto inundadas sus calles y avenidas por esa cosa d elos alcaldes de quitar paro. Así, nuestro curtido héroe vive en "Los Lagos del Milenio"... en un palafito.
En el idilio mañanero de un domingo desayuna café con churros y lee la prensa en su e-book en la terraza de su vivienda. Y desde allí contempla el vuelo acre de las gaviotas. Como siempre, un muerto interrumpe lo verdaderamente importante (el ocio que siempre llega tarde, como reconoce nuestro personaje). Y una atrabiliaria compañera de trabajo (la subteniente Sara Fitzpatrick de la Policia Fluvial Metropolitana) llega en su moto acuática, enfundada en su mono de neopreno, para avisar al pobre incauto que siempre deja desconectado su teléfono móvil. El muerto es un personaje de cierta relevancia dentro de la fauna local. El jolgorio -se da por supuesto- no ha hecho más que empezar.
La novela fluye (nunca mejor dicho) con una facilidad pasmosa, trufado el discurso narrativo con los golpes de humor que caracterizan el estilo de nuestro "guapo zaragozano". Una delicia de novela. Entretenimiento y buen quehacer literario en estado puro.

Ricardo Bosque, "Cuestión de galones", novela (próxima edición).

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, veo que has disfrutado con el peculiar modo de trabajar de Ulises. Y me alegro. Mucho.