Más allá de la expresión erótica, los Modi (los dieciseis dibujos de Giulio Romano grabados por Marcantonio Raimondi) simbolizan el interés del Quinientos por la figura humana en todos sus aspectos. Perdidos los dibujos originales, sólo se conservan los grabados en la versión coetánea, amén de una recreación del XIX del longevo artista Waldeck.Como escribe Ana Ávila, en estos grabados "El cuerpo a cuerpo adquiere una plasticidad especial (...)La búsqueda de la dificultad se convierte en un paradigma de la nueva estética del quinientos y Giulio Romano la proyecta en el acoplamiento de la pareja (...) los hombres y mujeres de los Modi aparentan escrituras corporales en el espacio, caligrafiándolo con brazos y piernas..."
El lenguaje artístico de la Antigüedad clásica está aquí presente. Pero no como una mera copia servil, sino como una recreación intensa y personal del artista, discípulo que fue de Rafael. En la reelaboración plástica de modelos antiguos palpitan también las experiencias previas de un Miguel Ángel (pletórico en los ignudi de la Sixtina o en la perdida Batalla de Cascina) o de un Antonio Pollaiulo o un Luca Signorelli.
En estos dibujos abunda la tipología de la figura femnina vista de espaldas, sentada o recostada, como luego la pintará Giulio Romano en los frescos del Palacio del Té de Mantua.
(En la ilustración, estudio para el techo de la Farnesina; Haarlem, Teylers Museum. Obra de Giulio Romano o de Rafael).
Giulio Romano, Marcantonio Raimondi, J. F.M.Waldeck y P. Aretino, "Los Modi y los Sonetos lujuriosos". Edición de Ana Ávila. Traducción de los sonetos de Mario Merlino. Madrid, Siruela, 2008.
Los Modi
Tweetear |
1 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario